Moda, Tendencias y Economía Circular · Micolet
Blog de Micolet · Revista de Tendencias de Moda, Fast Fashion, Ecología y Medioambiente, Economia Circular, Influencers y Celebrities
El 2023 ha sido un año cambiante en el que, por un lado, estamos entrando de lleno en una revolución tecnológica de la mano de la inteligencia artificial, y por otro lado, estamos viviendo eventos sociopolíticos como guerras o cambios en gobiernos que están generando grandes impactos en la economía global.
Asimismo, la elevada inflación (que actualmente se muestra en descenso), el endurecimiento de la política monetaria y la debilidad de la demanda exterior han producido una pausa en el crecimiento económico en toda la Unión Europea. Este contexto inflacionario y de gran incertidumbre actúa como causa-efecto del modelo de consumo actual, dando lugar a una alternativa más económica y sostenible: la reutilización.
Continúa en marcha la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, con ambiciosos objetivos y un plazo cada vez más cercano: enero de 2025.
En el entorno textil se comienza a sentir la presión para acelerar la transición de las compañías hacia modelos de negocio más sostenibles. Las empresas implementan cambios a marchas forzadas y las sinergias, así como las potenciales colaboraciones, empiezan a ser plausibles.
Podemos confirmar sin miedo, que la reutilización tiene cada vez más presencia social y que ha venido para quedarse. Hablar de reutilización, es definirla como el concepto fundamental para poder reducir el actual modelo de producción y consumo, y surge de la necesidad del consumidor de exigir cada vez más productos y servicios sustentables.
Echando la vista atrás, 2023 ha sido un año de concienciación e inicio de acciones claras, encaminadas a la mejora de la gestión de residuos, la reutilización y el reciclaje. ¿Será 2024 el año en el que se asiente definitivamente esta forma de pensar en el mundo? ¿Comenzarán los consumidores a considerar la segunda mano como su primera opción?
Luego de un arduo año de gran inflación y mucha incertidumbre para el mercado en general, vemos que las cifras se empiezan a acomodar a futuro. Según el informe realizado por el Fondo Monetario Internacional, las estimaciones indican que el crecimiento global será del 3,1% en 2024 y del 3,2 en 2025; lo que implica un aumento de 0,2 puntos porcentuales con respecto a 2023.
Los hogares con menores ingresos probablemente recortaron o incluso eliminaron el gasto discrecional, incluida la ropa, durante 2023. Este contexto socioeconómico cultural sopla como viento de cola para modelos de negocio desmaterializados y que facilitan el acceso al mundo de la moda con menores inversione
La reutilización es una gran aliada del medioambiente. Lo que para unos puede parecer basura, para otros sigue resultando útil. De ese modo, un aparente residuo se convierte en recurso y, gracias al mercado de ‘segunda mano’, ganan todos: el que vende, el que compra y el medioambiente.
Durante el último año, la industria global de la moda se ha enfrentado a desafíos como la alta inflación, lo que ha impactado tanto en los costos como en el consumo, este último mostrando signos de desaceleración. Además, se han mantenido conflictos como la guerra en Ucrania y el estallido del conflicto bélico entre Israel y Hamás, los cuales repercuten significativamente en la industria textil.
En su totalidad, las ventas de moda a nivel global cerraron el año 2023 con un valor total de 1,68 billones de euros, en comparación con los 1,55 billones de euros del año anterior. Con esto, la industria mundial de la moda habría recuperado aproximadamente los 1,64 billones de euros registrados en el año 2019, antes del impacto del Covid-19.
Los modelos de negocio circulares tuvieron la capacidad de expandirse y representar hasta un 23% del mercado mundial de la moda en el 2023. Este crecimiento estaría motivado por el aumento en la conciencia de los consumidores sobre la sostenibilidad, así como por la presencia de la inflación, la cual disminuye el poder adquisitivo de los consumidores.
En 2023 llegaron las leyes a la industria de la moda, poniendo fin a una larga historia de autoinformes y autorregulación del sector, sobre todo en lo que se refiere al cambio climático.
Las marcas han tenido que enfocar más sus esfuerzos a la reducción de emisiones, los derechos laborales en la industria de la confección, la responsabilidad en la cadena de suministro y la promoción de la circularidad de los productos.
En línea con lo mencionado anteriormente, se espera que durante 2024 se dé inicio a la normativa de la Unión Europea que hace referencia al diseño ecológico, la cual fomenta una economía sostenible y eficiente desde el punto de vista medioambiental. Este reglamento se sostiene bajo tres pilares: los requisitos de diseño, el pasaporte digital y los requisitos de transparencia.
Se estima que durante 2025 se pondrá en marcha el servicio inverso de recogida y gestión de residuos. Una ley que apuesta por una economía circular que acompañe la regulación de residuos de manera más eficiente y resolutiva.
Por último, durante 2026 se llevará a cabo una auditoría de sostenibilidad obligatoria. Ley que pretende garantizar la transparencia y los buenos procesos de producción en la industria textil.
El 65% de las mujeres admite que no utiliza la mitad de su armario (o más), desde hace más de 3 meses.
La opción de vender la ropa usada se populariza cada vez más, con un crecimiento del 2,4% en el último año. Tirar la ropa sigue siendo la última alternativa. Desciende como opción en un 2,3%.
En 2023, el 73% de las mujeres compra de segunda mano. Esto simboliza un 2% más que el año anterior.
El 90% de la generación Z compra ropa de segunda mano. Esto es un 25% más que en 2022.
Y en cuanto a la generación Boomer, el 72,2% compra ropa usada. Esto es un 3,4% más que en 2022.
En todas las generaciones se distingue una mayor tendencia a la compra que a la venta, pero se destaca la generación Z, que apoya significativamente el camino de la moda circular.
RANGO ETARIO
Las motivaciones económicas siguen encabezando este ranking, reflejo de la necesidad de ahorro y de obtener ingresos.
Mientras que la sostenibilidad continúa en segunda posición en la lista de motivaciones a la hora comprar y vender.
El 30,1% de las mujeres dice que se enorgullece de decir que viste ropa de segunda mano. El 57,7% de las mujeres dice que le es indiferente, es decir, no es algo positivo ni negativo.
La consumidora de moda de segunda mano es una persona social y activa, con un estilo casual que compra moda de segunda mano por motivos de ahorro y sostenibilidad.
PRENDA MÁS RÁPIDA
Vendida en menos de 1 minuto
PRENDA MÁS REVALORIZADA
Revalorización del 99%
PRENDA MÁS CARA
Bolso de mano Hermès
Cada vez son más los influencers y celebrities que apuestan por la Moda Circular y ponen a la venta su armario en Micolet
Reflexiones que provienen de algunas de las voces más relevantes de diferentes ámbitos relacionados con el mundo de la moda y el sector textil
El sector de la moda de segunda mano es el que más está creciendo. “La segunda mano está teniendo una explosión. Es el sector que más está creciendo. Incluso hay marcas que lo hacen sin que les vaya a ser rentable, por un tema de imagen/valores. No es fácil tener un modelo de negocio rentable y hace falta más información y notoriedad en este modelo; que la gente se acostumbre a consumir moda en un modelo en que generas mucha variedad en tu armario sin generar prendas que se quedan sin uso después, minimizando el impacto medioambiental de estas. Esto ayudará también a crear una mejor cultura de cuidado de prendas. Las marcas seremos responsables de nuestra producción y la prenda deberá tener instrucciones de qué hacer con ella al final de su vida útil con el consumidor.”
Las empresas de moda apuestan por un modelo circular. “En los últimos años ha habido una aceleración del consumo de ropa de segunda mano, donde muchos consumidores ya han superado el estigma inicial en este tipo de consumo en moda. Asimismo, la mayoría de empresas de moda han puesto en marcha iniciativas para facilitar el modelo circular. A futuro, creo que en el sector de la moda se utilizarán materiales sostenibles de forma generalizada, aumentará el consumo de ropa de segunda mano y la experiencia de compra será más digital y personalizada."
La moda circular se diversificará y será más sofisticada. "Los modelos circulares no son modelos desmaterializados porque hay mucha materia circulando, y materia moviéndose, lo que también significa impacto de consumo de energía, embalajes, etc. La segunda mano se trata de un modelo interesante, siempre que el producto de partida sea un producto de calidad y la selección se haga de manera cuidada. Este tipo de modelos se van a ir convirtiendo en algo normalizado, una opción más a la hora de vestirse. La inversión que viene de Europa puede ayudar. A largo plazo los modelos de negocio de moda se van a diversificar y sofisticar. Si hoy en día lo que triunfa es el fast fashion y el ultra fast fashion, en el futuro se sofisticarán tanto las materias como los medios de producción. También valoraremos mucho más las materias regenerativas, es decir, aquellas que permitan a los ecosistemas regenerarse, así como regenerar las redes de trabajo y la industrial local."
Cualquier negocio relacionado con la moda circular es una apuesta segura. "Actualmente nos encontramos en un momento en el que empezamos a darnos cuenta, tarde y con prisas, del gran impacto ambiental y social que genera esta industria en todas las etapas de la cadena de valor. Teniendo en cuenta que la gestión del residuo textil es uno de los grandes retos a los que nos vamos a tener que enfrentar, la evolución de negocios desmaterializados va a representar un porcentaje muy elevado dentro de la industria textil. A nivel global, las estadísticas sobre las ultraproducciones de ropa principalmente fast fashion no son alentadoras. Sin embargo, diría que cualquier negocio relacionado con la moda circular es una apuesta segura. En primer lugar, porque aquellas empresas que se transformen en un negocio circular o desmaterializado podrán surfear mucho mejor con toda la nueva legislación que estamos viendo. Y en segundo, lugar porque la tendencia del consumidor, a pesar de que la gran mayoría sigue comprando fast fashion, parece que va al alza en lo que se refiere a nuevos modelos como el de la segunda mano."
Este informe contiene datos extraídos de un estudio de mercado realizado de la mano de la empresa WeAreTesters sobre los hábitos y actitudes en el consumo de moda. La empresa en cuestión ha conducido encuestas a una muestra de mujeres de entre 18 y 65 años residentes en el territorio español con una confianza del 95%. Además, este estudio cuenta con un análisis de la base de datos interna de Micolet y con datos extraídos de varios estudios e informes.
